1. Mide el espacio disponible
Antes de adquirir una mesa de centro, es fundamental medir el área donde planeas colocarla. Esto te ayudará a determinar el tamaño adecuado y garantizará una circulación cómoda alrededor de la mesa. Se recomienda dejar una distancia de entre 40 y 50 cm entre la mesa y los muebles circundantes, como el sofá o las butacas, para facilitar el paso y el uso cotidiano.
2. Define el estilo decorativo
La mesa de centro debe complementar el estilo de tu salón. Si tu espacio tiene una decoración moderna, una mesa con líneas limpias y materiales como el vidrio o el metal será ideal. Para ambientes más rústicos o nórdicos, las mesas de madera en tonos naturales son una excelente opción. Por ejemplo, la mesa de centro Oaq de chapa de roble con acabado natural combina líneas curvas y rectas, aportando movimiento y fluidez al espacio.
3. Elige la forma adecuada
La forma de la mesa influye en la dinámica del espacio. Las mesas rectangulares o cuadradas son ideales para salones amplios, mientras que las redondas u ovaladas funcionan mejor en espacios reducidos, facilitando la circulación y evitando esquinas pronunciadas.
4. Considera la altura de la mesa
La altura de la mesa de centro debe estar en armonía con la del sofá. Lo ideal es que sea ligeramente más baja que los asientos para facilitar el acceso y mantener una estética equilibrada. La mayoría de las mesas de centro tienen entre 40 y 50 cm de altura, pero es importante asegurarse de que la altura específica se adapte a tus necesidades y preferencias.
5. Selecciona el material adecuado
Los materiales de la mesa de centro no solo afectan su apariencia, sino también su funcionalidad y durabilidad. Las mesas de madera aportan calidez y son versátiles en diversos estilos decorativos. Las de vidrio ofrecen una sensación de amplitud y ligereza, ideales para espacios pequeños, aunque pueden requerir más mantenimiento. Las mesas metálicas suelen asociarse con estilos industriales y son muy resistentes.
6. Proporción y equilibrio
La mesa de centro debe estar en proporción con el resto del mobiliario. Una mesa demasiado grande puede abrumar el espacio, mientras que una muy pequeña puede pasar desapercibida y no cumplir su función adecuadamente.
7. Personaliza tu elección
Finalmente, recuerda que la mesa de centro es una extensión de tu personalidad y estilo. No dudes en elegir una pieza que te encante y que refleje tu gusto personal.